Levanta las manos y verás la victoria
Mientras meditaba en el Señor vino a mi mente la historia de la batalla de Refidim donde el pueblo de Israel luchaba contra Amalec. La puedes encontrar en Éxodo 17:8-16. Cuando Moisés oraba con los brazos extendidos al cielo, Aarón y Hur mientras Josué peleaba contra los amalecitas. Cuando Moisés se cansaba, Aarón y Hur le sostenían los brazos ya que si los bajaba los amalecitas tenían ventaja y si los mantenía arriba la ventaja era de los israelitas. Entonces Aarón y Hur consiguieron unas piedras para que Moisés (en edad avanzada) pudiera descansar sentado mientras le sujetaban los brazos hacia arriba. Finalmente los israelitas tuvieron la victoria. Salmo 91:7 “Caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra. Mas a ti no llegará.”
Lo mismo sucede cuando estamos en pruebas. Si somos fieles al Señor y le pedimos de corazón, El nos dará la victoria no importa si nuestros enemigos son más grandes y fuertes, El nos dará la victoria. No importa cual batalla sea la que estés peleando, El te dará la victoria. Si tu batalla es con la salud, El te dará la victoria. Si tu batalla es el desempleo o problemas en el trabajo, El te dará la victoria. Si tu batalla es tu matrimonio, tus hijos o tu familia, El te dará la victoria. No importa cuál sea la batalla que te este robando la paz en este momento, El te dará la victoria.
Como Moisés alzaba sus brazos al cielo pidiendo protección y victoria para el pueblo de Israel, así debemos pedir en oración ayuda a nuestro Dios. Y cuando estés cansado y sientas que no puedes mas, busca ayuda para que se unan contigo en tu petición. La Biblia dice en Mateo 18:20 “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Recuerda que si bajas la guardia perderás ventaja. Así que levanta las manos y veras la victoria. Amén