Soy cristiano de corazón noble. Mi don lo tengo en la escritura; y puedo ser elocuente y hermano. Mi vida y mi letra están en todo momento. Recibí a nuestro Señor Jesucristo quien me salvara la vida. No sé qué hubiera sido de mi vida sin Él. Cometo errores en algunos ámbitos, pero siempre que miro el norte, sé hacia donde ir y lo que soy: un hombre que quiere hablar.