3 Y daré a mis dos testigos que profeticen
por mil doscientos sesenta días,
vestidos de cilicio.
4 Estos testigos son los dos olivos,
y los dos candeleros
que están en pie delante del Dios de la tierra.
5 Si alguno quiere dañarlos,
sale fuego de la boca de ellos,
y devora a sus enemigos;
y si alguno quiere hacerles daño,
debe morir él de la misma manera.
6 Estos tienen poder para cerrar el cielo,
a fin de que no llueva en los días de su profecía;
y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre,
y para herir la tierra con toda plaga,
cuantas veces quieran.
Apocalipsis 11:3-6
Reina-Valera 1960