Tema biblico │La opinión de Jesús respecto a la oración│Formación
La opinión de Jesús respecto a la oración
El artículo de este mes será dedicado a la importancia que le daba Jesucristo a la oración. Es tanto lo que la Palabra de Dios estima a la oración, que nos exhorta a “orar sin cesar” (1 de Tesalonicenses 5:17), a “ser sobrios y velad en oración” (1 de Pedro 4:7), a “gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;” (Romanos 12:12) a “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;“ Colosenses 4:2 etc.
Sin embargo, a pesar de todas estas referencias de la Palabra de Dios que señalan la importancia de la oración, algunas veces se hace a un lado o se clasifica como algo de prioridad menor. El objetivo de este articulo, a través del ejemplo de Jesucristo, es hacer más evidente la importancia de la oración y al mismo tiempo demostrar que la oración misma tiene que ser una de las prioridades más importantes de nuestra vida.
1. Lucas 5:15-16
Empezaremos esta investigación en algunos de los registros en los que se encuentra a Jesucristo orando, iremos a Lucas 5. En este registro, así como los siguientes, es importante poner especial atención al contexto, puesto que este hará que veamos las condiciones bajo las cuales Jesucristo oraba y del mismo modo recibiremos instrucción valiosa. Así que, empezando en los versos 12-13, vemos que habla sobre la sanidad de un hombre enfermo de lepra. Con esta oportunidad, el versículo 15, generalmente hablando, dice que Jesús evitaba la publicidad de sus milagros “Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.” (Lucas 5:15). Podemos concluir de este pasaje que Jesucristo estaba muy ocupado con todas estas multitudes que venían a él, y de seguro estaría mucho más ocupado que muchos de nosotros. En serio, bajo tales condiciones, ¿cuántos de nosotros habríamos tomado tiempo para orar? Pero veamos lo que Jesucristo hizo:
Lucas 5:16
“MAS ÉL SE APARTABA a lugares desiertos y ORABA”
Cuando la palabra “mas” aparece, siempre compara lo que precede con lo que sigue. En este caso, lo que precede es la descripción de un Jesucristo muy ocupado. Lo que sigue, nos dice que a pesar del hecho de que estaba muy ocupado, se apartaba a lugares desiertos y oraba.
Además, observa que el tiempo del verbo utilizado no es pasado simple sino copretérito o imperfecto (“oraba”). Este tiempo, denota que algo era hecho repetidamente y consistentemente en el pasado en comparación con el pasado simple, el cual asume que algo se hizo en el pasado una vez en un momento específico. Por lo cual, lo que los versos 15 y 16 describen no es algo que pasó una sola vez en la vida de Jesucristo, sino que lo que nos dice es que SIEMPRE estaba muy ocupado, con multitudes que venían a Él, PERO también SIEMPRE acostumbraba tomarse tiempo para orar. En otras palabras, la oración era un HÁBITO de Jesucristo, algo a lo que le daba prioridad número uno, aún cuando estaba muy ocupado. Por consiguiente, esto nos enseña la importancia de la oración. La importancia de esto es tan grande que Jesucristo, el Hijo de Dios, acostumbraba distribuir parte de su tiempo para la oración, incluso cuando estaba muy ocupado en otras actividades de Dios. Además, lo anterior indica que si oramos o no, no depende del tiempo que tengamos, sino es cuestión de darle prioridad. Jesucristo tenía tiempo para orar porque DECIDÍA apartar tiempo para ello. Todos nosotros de un modo u otro distribuimos nuestro tiempo para varias actividades. La cuestión no es si tenemos tiempo o no, porque el día sigue teniendo las mismas 24 horas que tenía en la época de Jesucristo. Lo que hay que preguntarnos es qué prioridad tiene la oración en nuestra rutina diaria. ¿Es la oración para nosotros una de nuestras principales prioridades así como lo era para Jesús o es algo que decidimos hacer cuando terminamos nuestras tareas como trabajo, escuela, jardinería, ver TV, dormir etc.? El ejemplo de Jesucristo, así como otros registros en la Palabra de Dios nos insisten en hacer de la oración la PRIORIDAD PRINCIPAL EN NUESTRAS VIDAS.
Así que, en lugar de distribuir primero todo el tiempo para todas las demás actividades y luego, si sobra algo, dedicarlo a la oración, es mejor PRIMERO establecer tiempo para orar y luego organizar tu tiempo para otras cosas.
2. Marcos 1:35
Otro registro muy útil donde vemos a Jesucristo orando viene en Marcos 1:35. De nuevo, es muy importante echarle un vistazo al contexto del registro. Así que empezando del versículo 21, dice que Jesús enseñaba en la sinagoga de Capernaum donde también echó fuera un espíritu inmundo (versos 23-27). Como resultado, “inmediatamente su fama se extendió por toda la región alrededor de Galilea” (verso 28). Después de salir de la sinagoga, fue a la casa de Simón y Andrés donde sanó a la suegra de Simón (versos 30-31). Finalmente:
Marcos 1:32-34
“Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta. Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.”
Así como en el registro anterior aquí tenemos la descripción de otro muy ocupado día de Jesús. Además, puesto que iba a estar en Galilea el siguiente día también y debido a que su fama se había extendido alrededor de la región, cualquiera de nosotros podríamos esperar que el siguiente día iba a ser igual de ocupado, sino es que aún más. Esto es lo que exactamente sucedió al día siguiente como en los versos 36 y 37 dicen refiriéndose al día siguiente:
Marcos 1:36-37
“Y le buscó Simón, y los que con él estaban; y hallándole, le dijeron: Todos te buscan.”
Todos lo estaban buscando, esto significa que el día que apenas acababa de empezar iba a ser muy ocupado. En realidad, habiendo terminado un día muy ocupado y sabiendo que el siguiente iba a ser igual, ¿quién de nosotros se habría levantado temprano para orar? Y si alguien lo hizo, ¿acaso no sería que esa persona considera la oración como algo extremadamente importante y no sería también que es la principal prioridad en su vida? Bueno, vamos a ver quién hizo de la oración su prioridad. ¿Quién es? Jesucristo:
Marcos 1:35
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.”
Jesús sabía que iba a ser un día muy ocupado el cual probablemente no le dejaría mucho tiempo para orar. ¿Qué hizo? Se levanto MUY TEMPRANO a orar. A caso no es esta una maravillosa forma de empezar el día, incluso uno muy ocupado? En vez de empezar el día pensando en las presiones y demandas, puedes empezarlo comentándolo con tu Padre Celestial, y luego, durante el día, tendrás el gozo de ver Su poder respondiendo a tus oraciones y acomodando las cosas de tu día para ti. Pero para hacer eso, tienes que creer lo que Palabra de Dios dice sobre la importancia de la oración y lo que Dios puede hacer como resultado de eso, hasta el punto que predispones levantarte temprano a orar. Jesús no se levantaba solo porque derrepente así le sucedía, sino que Él determinaba levantarse a orar porque reconocía la prioridad de la oración y la importancia en su vida. Por lo cual, es cuestión de prioridad y no de tiempo.