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LOS MASONES Y SU MANDATO A LA OBEDIENCIA CIEGA ...

Recordemos que son el Vaticano y los Jesuitas, servidores de Lucifer quienes mueven los hilos de todas las sociedades secretas y por ende los hilos del mundo, para conducirlos, por medio de su conspiración secreta al nom nwo donde Satanás mismo vendrá como el anticristo engañando al mundo entero, menos a los que tienen sus nombres escritos en el libro de la vida.

Satanás está inventando todo tipo de estratagema posible, para que las personas que conocen la verdad se adormezcan en una seguridad fatal, mientras él convoca a hombres y ángeles malos para llevar a cabo su conspiración secreta.
(Carta 1, 12 octubre 1875)

Será proclamado el mensaje del tercer ángel. (…) Los pecados de Babilonia serán denunciados. Los resultados funestos y espantosos de la imposición de las observancias de la iglesia por la autoridad civil, las invasiones del espiritismo, los progresos secretos pero rápidos del poder papal, todo será desenmascarado. Estas solemnes amonestaciones conmoverán al pueblo.
(CS, 664)

El propósito del gran rebelde consistió siempre en justificarse, y en hacer aparecer al gobierno de Dios como responsable de la rebelión. A ese fin dedicó todo el poder de su gigantesca inteligencia. Obró deliberada y sistemáticamente, y con éxito maravilloso, para inducir a inmensas multitudes a que aceptaran su versión del gran conflicto que ha estado desarrollándose por tanto tiempo. Durante miles de años este jefe de la conspiración hizo pasar la mentira por verdad.
(CS, 728)

En la lucha que se librará en los últimos días estarán unidos, en oposición al pueblo de Dios, todos los poderes corruptos que se han apartado de la lealtad a la ley de Jehová.
(MS 24, 1891)

Se me ha hecho la pregunta: “¿Qué quiere decir usted cuando habla de una conspiración? ¿Quiénes han formado conspiraciones? Ustedes saben lo que es una conspiración: una unión de personas en una obra que no tiene el sello de una integridad pura, recta, invariable.
(MS 29, 1911)

El acto capital que coronará el gran drama del engaño será que el mismo Satanás se dará por el Cristo. Hace mucho que la iglesia profesa esperar el advenimiento del Salvador como consumación de sus esperanzas. Pues bien, el gran engañador simulará que Cristo habrá venido. En varias partes de la tierra, Satanás se manifestará a los hombres como ser majestuoso, de un brillo deslumbrador, parecido a la descripción que del Hijo de Dios da San Juan en el Apocalipsis. Apocalipsis 1:13-15. La gloria que le rodee superará cuanto hayan visto los ojos de los mortales. El grito de triunfo repercutirá por los aires: “¡Cristo ha venido! ¡Cristo ha venido!” El pueblo se postrará en adoración ante él, mientras levanta sus manos y pronuncia una bendición sobre ellos como Cristo bendecía a sus discípulos cuando estaba en la tierra. Su voz es suave y acompasada aunque llena de melodía. En tono amable y compasivo, enuncia algunas de las verdades celestiales y llenas de gracia que pronunciaba el Salvador; cura las dolencias del pueblo, y luego, en su fementido carácter de Cristo, asegura haber mudado el día de reposo del sábado al domingo y manda a todos que santifiquen el día bendecido por él. Declara que aquellos que persisten en santificar el séptimo día blasfeman su nombre porque se niegan a oír a sus ángeles, que les fueron enviados con la luz de la verdad. Es el engaño más poderoso y resulta casi irresistible. Como los samaritanos fueron engañados por Simón el Mago, así también las multitudes, desde los más pequeños hasta los mayores, creen en ese sortilegio y dicen: “Este es el poder de Dios llamado grande.” Hechos 8:10 (V. N-C). CS54 682.1

El primer deber de cada masón es obedecer al mandamiento del maestro.... Este espíritu de obediencia instantánea y sumisión a la autoridad constituye la gran salvaguardia de la institución. La francmasonería se asemeja más a una organización militar que a una política. La orden de ser obedecida enseguida; su carácter y consecuencias pueden ser materia de subsiguiente investigación.

La regla de obediencia masónica es como la náutica, imperativa: «Obedece las órdenes, aunque rompas dueños.» (Enciclopedia de la francmasonería de Mackey, p. 525)

Por lo tanto, un masón jura OBEDIENCIA CIEGA sin tener el más mínimo conocimiento de a qué jura. Los juramentos que hacen los candidatos en los tres primeros grados son los siguientes:

APRENDÍZ ADMITIDO (Primer Grado) - A todo lo cual prometo y juro solemne y sinceramente, sin la más mínima equivocación, reserva mental, o evasión de mente; ligándome a mí mismo bajo penalidad no menos severa a que me corten la garganta, me arranquen la lengua de raíz, y mi cuerpo sea enterrado en las duras arenas del mar durante la marea baja, donde la marea llega cada veinticuatro horas; así me ayude Dios, y me mantenga firme en el cumplimiento cabal del mismo. (El capitán William Morgan, Ilustraciones de la masonería, pp. 21-22).

ARTESANO ASOCIADO (Segundo Grado) - ...ligándome a mí mismo bajo penalidad no menor a que mi pecho izquierdo sea abierto y mi corazón y órganos sean quitados de allí y arrojados sobre mi hombro izquierdo y llevados al valle de Josafat, para volverse presa de las bestias salvajes del campo y los buitres del cielo, si alguna vez son encontrado culpable de violar voluntariamente cualquier parte de este juramento solemne u obligación a otro masón; así me ayude Dios, y me mantenga firme en el cumplimiento cabal del mismo. (Ilustraciones de la masonería, pp. 52-53)

MAESTRO MASÓN (Tercer Grado) - ...ligándome a mí mismo bajo penalidad no menor a que mi cuerpo sea cortado en dos por la mitad, y dividido al norte y al sur, mis entrañas quemadas hasta ser ceniza en el centro, y las cenizas esparcidas a los cuatro vientos del cielo, que no haya ni la más mínima huella o traza de recuerdo entre los hombres, o los masones, de un miserable tan vil y perjuro que yo sería, si alguna vez se prueba que voluntariamente violé cualquier parte de este mi juramento u obligación solemne de maestro masón. (Ilustraciones de la masonería, pp. 75-76)

La severidad de los juramentos continúan con cada grado. Aunque estos juramentos han sido tomados de un libro escrito entre 1820 y 1830, ex masones me han dicho que los juramentos han cambiado muy poco en los últimos dos siglos, y esencialmente son los mismos hoy ...

Yeshúa nos advirtió acerca de los juramentos: «No juréis de ninguna manera.... Antes bien, sea vuestro hablar: "Sí, si" o "No, no"; y lo que es más de esto, procede del mal» (Mateo 5:34,37). Él nos dio este mandamiento para nuestra propia protección, pero muchos no prestan atención a sus palabras.

Si un masón finalmente descubre el propósito escondido de la Orden y decide salir de ella, estos juramentos sirven como la forma más efectiva de intimidación contra la divulgación de información secreta. Como resultado, aunque un porcentaje pequeño de los masones renuncian a la organización, solamente unos pocos de ellos están dispuestos a correr el riesgo de hablar contra ella.

Sin embargo, el capitán William Morgan, de Batavia, Nueva York (masón durante treinta años) fue uno de esos hombres de coraje, cuyo libro, "Ilustraciones de la Masonería", reveló los ritos y juramentos secretos de la Orden Masónica. Esta denuncia le costó la vida.

Cuando se supo que Morgan había preparado los manuscritos y estaba planeando publicarlos, los líderes masones actuaron para prevenir la publicación del libro. El capitán Morgan fue secuestrado el 11 de Septiembre de 1826 y ahogado en el río Niágara por varios masones. David Miller, el publicador, también fue secuestrado; pero los ciudadanos de Batavia, al enterarse, persiguieron a los secuestradores y finalmente lo rescataron. A Pesar de todos los esfuerzos de los masones por prevenir la publicación, el libro de Morgan fue publicado en 1827.

La francmasonería hizo todo lo que estaba en su poder para negar que tuviera participación alguna en el asesinato de William Morgan; pero el incidente puso a los estados norteamericanos del este en un frenesí. Los masones inocentes creían que la ejecución de Morgan fue llevada a cabo por sus compañeros masones. Durante la década siguiente cuarenta y cinco mil masones se retiraron de las logias a causa de este incidente. Los libros de referencia masónicos como "Los Edificadores" (pp. 217-219), Enciclopedia masónica de Coil, y otros describen el hecho. Coil declara:

"Las renuncias de los masones se esparcieron por Nueva Inglaterra, Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania y Maryland.... En 1826, Nueva York tenía 480 logias con una membresía de 20,000, pero de 1827 hasta 1839 sólo cuarenta o cincuenta logias reportaban a la Gran Logia.... La Gran Logia de Massachusetts devolvió su permiso al estado y pasó a ser un cuerpo no incorporado (Enciclopedia masónica de Coil, p. 58)

En los años siguientes, la francmasonería continuó negando los cargos de asesinato a pesar del hecho de que uno de los tres hombres nombrados para llevar a cabo el asesinato confesó todo en su lecho de muerte en 1848. La confesión aparece en las páginas 11-16 de un libro titulado "El carácter, declaraciones y obras prácticas de la Francmasonería", escrito por el Reverendo Charles G. Finney, el gran evangelista y presidente de Oberlin College en el siglo 19.

Finney evangelista y ex-masón después de abandonar la logia pasó el resto de su vida dedicado totalmente a denunciar a la Orden Masónica. Finney fue un hombre de integridad intachable que aún hoy es respetado. El escribió:

«Es ya hora de que la Iglesia de Cristo despierte a la realidad del carácter y la tendencia de la francmasonería. Hace cuarenta años creímos que estaba muerta, y no teníamos idea de que resucitaría. pero, es extraño de notar, que mientras estábamos ocupados en salir de la esclavitud, la francmasonería ha resucitado y se ha extendido en forma alarmante.... Conozco algo de ella, porque yo mismo he sido masón. Al reflexionar y examinar, y después de una severa batalla y fuerte oración, encontré que no podía permanecer con ellos. Mi nueva vida instintiva e irresistiblemente se apartaba de la comunión con lo que entonces comprendí ser "obras infructuosas de las tinieblas"» [Rev. Charles G. Finney, El Carácter, Declaraciones y Obras Prácticas de la Francmasonería, p.1] ...

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