#MARANATHA2031
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#sábado21deseptiembredel2030
#domingo22deseptiembredel2030
ESTA ES LA VERDADERA AGENDA PARA EL AÑO 2030.

La ONU, y el papado quieren presentarlo como el comienzo del milenio tan largamente esperado, donde habrá un Nuevo Orden Mundial de paz y seguridad.

Nada saben del ministerio de Cristo en el lugar Santísimo del Santuario Celestial donde se habrá terminado la gracia para toda la humanidad, y empezará EL LLORO Y CRUJIR DE DIENTES.

El día 15 de Tishri del año 2.029 es el fin del tiempo de gracia para el mundo entero. YAHSHUA termina su ministerio sumó sacerdotal, se levanta y pronuncia, el que es santo siga siendo santo, el que es sucio siga siendo sucio. Desde esta fecha el RUACK HAKODESH ( ESPÍRITU SANTO ) se retira y el mundo queda en manos de Ha Satán.

Del día 15 de Tishri del año 2.029, al 15 de Tishri del año 2.030, caen las siete ultimas plagas, las cuales duran un año. En esta misma fecha Ha Satán se hace pasar por YAHSHUA, imita la segunda venida, hace milagros, predica, y dice haber cambiado el día de reposo, este año es el mas critico en toda la historia de la humanidad, en este mismo año Ha Satán persigue al pueblo de YAHSHUA. Este año también es la angustia de Jacob ( persecución cual nunca a habido desde que existe hombre sobre la tierra ).

Cuando Cristo deje de interceder en el santuario, se derramará sin mezcla la ira de Dios de la que son amenazados los que adoran a la bestia y a su imagen y reciben su marca. Apocalipsis 14:9, 10. Las plagas que cayeron sobre Egipto cuando Dios estaba por libertar a Israel fueron de índole análoga a los juicios más terribles y extensos que caerán sobre el mundo inmediatamente antes de la liberación final del pueblo de Dios. En el Apocalipsis se lee lo siguiente con referencia a esas mismas plagas tan temibles: “Vino una plaga mala y dañosa sobre los hombres que tenían la señal de la bestia, y sobre los que adoraban su imagen.” El mar “se convirtió en sangre como de un muerto; y toda alma viviente fué muerta en el mar.” También “los ríos, y ... las fuentes de las aguas, ... se convirtieron en sangre.” Por terribles que sean estos castigos, la justicia de Dios está plenamente vindicada. El ángel de Dios declara: “Justo eres tú, oh Señor, ... porque has juzgado estas cosas: porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen.” Apocalipsis 16:2-6. Al condenar a muerte al pueblo de Dios, los que lo hicieron son tan culpables de su sangre como si la hubiesen derramado con sus propias manos. Del mismo modo Cristo declaró que los judíos de su tiempo eran culpables de toda la sangre de los santos varones que había sido derramada desde los días de Abel, pues estaban animados del mismo espíritu y estaban tratando de hacer lo mismo que los asesinos de los profetas. CS54 685.3

En la plaga que sigue, se le da poder al sol para “quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el grande calor.” Apocalipsis 14:8, 9. Los profetas describen como sigue el estado de la tierra en tan terrible tiempo: “El campo fué destruído, enlutóse la tierra; ... porque se perdió la mies del campo.” “Secáronse todos los árboles del campo; por lo cual se secó el gozo de los hijos de los hombres.” “El grano se pudrió debajo de sus terrones, los bastimentos fueron asolados.” “¡Cuánto gimieron las bestias! ¡cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! ... Se secaron los arroyos de las aguas, y fuego consumió las praderías del desierto.” Joel 1:10, 11, 12, 17, 18, 20. “Y los cantores del templo aullarán en aquel día, dice el Señor Jehová; muchos serán los cuerpos muertos; en todo lugar echados serán en silencio.” Amós 8:3. CS54 686.1

Estas plagas no serán universales, pues de lo contrario los habitantes de la tierra serían enteramente destruídos. Sin embargo serán los azotes más terribles que hayan sufrido jamás los hombres. Todos los juicios que cayeron sobre los hombres antes del fin del tiempo de gracia fueron mitigados con misericordia. La sangre propiciatoria de Cristo impidió que el pecador recibiese el pleno castigo de su culpa; pero en el juicio final la ira de Dios se derramará sin mezcla de misericordia. CS54 687.1

En aquel día, multitudes enteras invocarán la protección de la misericordia divina que por tanto tiempo despreciaran. “He aquí vienen días, dice el Señor Jehová, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar: desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán.” Amós 8:11, 12. CS54 687.2

El pueblo de Dios no quedará libre de padecimientos; pero aunque perseguido y acongojado y aunque sufra privaciones y falta de alimento, no será abandonado para perecer. El Dios que cuidó de Elías no abandonará a ninguno de sus abnegados hijos. El que cuenta los cabellos de sus cabezas, cuidará de ellos y los atenderá en tiempos de hambruna. Mientras los malvados estén muriéndose de hambre y pestilencia, los ángeles protegerán a los justos y suplirán sus necesidades. Escrito está del que “camina en justicia” que “se le dará pan y sus aguas serán ciertas.” “Cuando los pobres y los menesterosos buscan agua y no la hay, y la lengua se les seca de sed, yo, Jehová, les escucharé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.” Isaías 33:16; 41:17 (VM). CS54 687.3

“Mas aunque la higuera no floreciere, y no hubiere fruto en la vid; aunque faltare el producto del olivo, y los campos nada dieren de comer; aunque las ovejas fueren destruídas del aprisco, y no hubiere vacas en los pesebres; sin embargo” los que teman a Jehová se regocijarán en él y se alegrarán en el Dios de su salvación. Habacuc 3:17, 18 (VM). CS54 687.4

“Jehová es tu guardador: Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal: él guardará tu alma.” “Y él te librará del lazo del cazador: de la peste destruidora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro: escudo y adarga es su verdad. No tendrás temor de espanto nocturno, ni de saeta que vuele de día; ni de pestilencia que ande en oscuridad, ni de mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra: mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos. Porque tú has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.” Salmos 121:5-7; 91:3-10. CS54 688.1

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