Título: Las Divisiones Debilitan

Base Bíblica: 1 Corintios 1: 10:

"Os ruego,pues, hermanos , por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer."

Introducción

Corinto es una antigua ciudad griega, situada en el estrecho que une la parte continental de Grecia con la península del Peloponesio. En el siglo I d. C. estaba habitada principalmente por excombatientes romanos y por antiguos esclavos libertados, procedentes de Italia, o por sus descendientes. Era capital de la provincia de Acaya, y por su posición tanto geográfica como política, tenía una activa vida comercial, cultural y religiosa. Las referencias de algunos autores antiguos sobre el extremado desenfreno de sus costumbres no parecen corresponder a la realidad de entonces. En este aspecto, la situación de Corinto debía de ser semejante a la de tantos otros puertos del Mediterráneo.

La comunidad cristiana de Corinto fue fundada por Pablo en su segundo viaje misionero (cf. Hch 18.1-18), a principios de la década de los 50. Algunos de estos cristianos procedían del judaísmo, pero la mayoría eran de origen pagano (cf. 1 Co 12.2). Aunque Pablo permaneció allí año y medio (Hch 18.11), solo pudo poner los fundamentos de la fe cristiana cf. 1 Co 3.6,10. Más tarde llegaron otros maestros, entre los cuales Pablo menciona en particular a Apolos (véase 1 Co 1.12).

La actividad de algunos de los maestros que llegaron posteriormente motivó que surgieran divisiones y grupos en la comunidad. Por otra parte, la intensa vida carismática que se desarrolló en la iglesia de Corinto llevó a algunos a creerse demasiado sabios. Además de todo esto, el pasado pagano de la mayoría de los cristianos y el contacto inevitable con una sociedad pagana de costumbres libertinas, así como las diferencias sociales entre los propios miembros de la comunidad cristiana, dieron lugar a una serie de situaciones y abusos, que Pablo se vio obligado a corregir.

El apóstol había seguido en permanente contacto con esta comunidad, bien por carta, por mensajeros, o personalmente.

De la correspondencia de Pablo con los cristianos de Corinto se han conservado dos cartas. Pero es casi seguro que antes de 1 Corintios (1 Co) Pablo ya les había escrito (cf. 1 Co 5.9). También es probable que haya otra carta del apóstol entre 1 Corintios y 2 Corintios (cf. 2 Co 2.4).

El motivo principal para el envío de 1 Corintios es doble: por una parte, Pablo había recibido noticias de la situación de la comunidad y, en especial, de ciertos abusos (cf. 1 Co 1.11). Por otra, los corintios habían escrito una carta a Pablo para pedirle explicación sobre algunos aspectos que les creaban problemas (cf. 1 Co 7.1). Toda la carta es, pues, una instrucción orientada a corregir las deficiencias que había y a profundizar más en el mensaje del evangelio que los corintios ya habían recibido. Teniendo esto en cuenta, se entienden mejor los principales temas tratados en esta carta.

Como introducción encontramos las partes acostumbradas: el saludo (1.1-3) y la acción de gracias (1.4-9).

El primer tema se refiere a las divisiones o grupos que se habían formado en la comunidad (1.10–4.21). Pablo les dice a los corintios que tales divisiones son, en primer lugar, contrarias a la unidad de Cristo (1.10-17). En seguida les hace ver que ellos todavía no han aprendido la verdadera sabiduría, la sabiduría de Dios, distinta de la sabiduría del mundo (1.18–3.4). Y como esas divisiones se han formado tomando como bandera a varios apóstoles o predicadores, les recuerda cuál es la misión del apóstol (3.5–4.5).

Desarrollo:

División: Según el diccionario de la Real Academia Española es “la Falta de acuerdo”
Debilitar: Disminuir las fuerzas, o poder de una persona o cosa



1 Corintios 1: 10:“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.”
1 Corintios 3:3: “porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?”
1 Corintio 11:10: “Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo”
Como podemos ver las divisiones dentro de la iglesia solo trae debilidad, tanto para los creyente como para la congregación en sí, ya que no se puede enfrentar a las batallas espirituales en que continuamente estamos, parte de la estrategia que usa nuestra enemigo para debilitarnos como iglesia es esto mismo las divisiones y creernos sabios en nuestra propia opinión, como le sucedía a la iglesia de los corintios, cuidémonos como hermanos y tratemos lo mas posible de hablar las mismas cosas y sobre todo tener el mismo sentir , porque no somos carnales sino hijos del Dios Altísimo. 

Dios les bendiga