tar el gozo en mi vida cristiana?"
Los períodos de tristeza y depresión pueden entrar aún en la vida de los más devotos cristianos.
Vemos muchos ejemplos de esto en la Biblia. Job deseaba que nunca hubiera nacido (Job 3:11). David oraba para que fuera llevado a un lugar donde no tuviera que lidiar con la realidad (Salmo 55:6-8).
Elías, aún después de vencer a los 450 profetas de Baal pidiendo que bajara fuego del cielo (1 Reyes 18:16-46), huyó al desierto y le pidió a Dios que le quitara la vida (1 Reyes 19:3-5).
Así que, ¿cómo podemos superar estos períodos de ausencia de gozo? Podemos ver cómo estos mismos personajes superaron sus momentos de depresión.
Job dijo que, si oramos y recordamos nuestras bendiciones, Dios nos restaurará el gozo y la justicia (Job 33:26). David escribió que el estudio de la Palabra de Dios alegra el corazón (Salmo 19:8). David también descubrió, que era necesario alabar a Dios aún en medio de la desesperación (Salmo 42:5).
En el caso de Elías, Dios lo dejó descansar por un tiempo y después envió a un hombre, Eliseo, para atenderlo (1 Reyes 19:19-21). Nosotros en la actualidad aún necesitamos amigos con quienes podamos compartir nuestras heridas y penas (Eclesiastés 4:9-12).
Trata de compartir cómo te sientes con algún hermano en Cristo en quien tú confíes.
Puede sorprenderte descubrir que él también ha estado batallando con algunas de las mismas cosas por las que estás pasando ahora.
Lo más importante es que, al morar inevitablemente dentro de nosotros nuestros problemas, nuestras heridas y especialmente nuestro pasado, éstos jamás producirán un verdadero gozo espiritual.
El gozo no se encuentra en el materialismo, ni se encuentra en la psicoterapia, y ciertamente tampoco se encuentra en la obsesión con nosotros mismos. Se encuentra en Cristo. Los que pertenecemos al Señor “… nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.” (Filipenses 3:3).
El conocer a Cristo es llegar a tener un sentido adecuado de nosotros mismos, y un verdadero espiritualismo interior en Cristo, haciendo imposible el gloriarnos en nosotros mismos, en nuestra sabiduría, fortaleza, riquezas, o bondad, sino en Cristo, en Su sabiduría y fortaleza, en Sus riquezas y bondad, y en Su Persona solamente. Sumérgete en Él, en Su Palabra, y busca conocerlo más íntimamente. Si le permanecemos, Él ha prometido que “nuestro gozo será cumplido” (Juan 15:1-11).
Finalmente, recuerda que es sólo a través del Espíritu Santo de Dios, que podemos encontrar el gozo verdadero (Salmo 51:11-12; Gálatas 5:22; 1 Tesalonicenses 1:6).
No podemos hacer nada, aparte del poder de Dios (2 Corintios 12:10, 13:4). En efecto, entre más tratemos de estar gozosos a través de nuestros propios recursos, más miserables podemos llegar a ser. Descansa en los brazos del Señor (Mateo 11:28-3 y busca Su rostro a través de la oración y la Escritura. “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” (Romanos 15:13)
Angel HolyBook
Eliminar comentario
¿ Seguro que deseas eliminar esté comentario ?