¿Qué es lo que ves?
“...SE ME HA ABIERTO UNA PUERTA GRANDE... AUNQUE
MUCHOS SON LOS ADVERSARIOS” (1 Corintios 16:9)
Escribe el apóstol Pablo: “...Se me ha abierto una puerta grande... aunque muchos son los
adversarios” (1 Corintios 16:9). ¿En qué te estás fijando, en las oportunidades o en los
obstáculos? En 1866 un geólogo aficionado vio como unos niños en Sudáfrica jugaban con una
piedra brillante. Le preguntó a la madre de los niños si podía comprarla, pero ésta, pensando que
no valía nada, se la regaló. Cuando se hicieron las pruebas pertinentes, se comprobó que la
piedra era un extraordinario diamante de 21 quilates. Cuando se corrió la voz del suceso,
enviaron a un mineralogista escocés llamado James Gregory a investigar. Sus investigaciones
concluyeron que el país de Sudáfrica no era adecuado para encontrar diamantes. Atribuyó los
descubrimientos anteriores nada menos que a los avestruces, que supuestamente habían
comido las gemas en tierras lejanas y las habían depositado en Sudáfrica en sus heces.
Pocos días después de publicarse el informe de Gregory, se encontró un diamante de
ochenta y tres quilates en la zona que él había visitado. Se le conoce a esta gema como La
Estrella de Sudáfrica y eso dio inicio a la primera explotación de una mina en una zona que hoy
en día es la primera productora de diamantes del mundo. ¿Qué pasó con Gregory? Su nombre
pasó a la historia, pero no como él hubiera deseado. En el mundo de los diamantes, cuando
alguien se equivoca al valorar alguna gema, se dice que “ha hecho un Gregory”. Si le pides a
Dios, Él te ayudará a encontrar el “tesoro” en tu campo (Mateo 13:44-45). Si Jesús pudo cambiar
el agua en vino y alimentar a cinco mil personas con la comida de un chiquillo, piensa lo que
puede hacer a través de ti. La clave está en la pregunta: ¿Qué es lo que ves? ¿la puerta abierta
o los obstáculos?